martes, 21 de diciembre de 2010
Hoy se cumplen 47 años del vil asesinato de Manolo Tavárez Justo y sus compañeros
Un día como hoy, 21 de diciembre, pero de 1963, fuerzas militares al servicio del Triunvirato fusilaron al líder del 14 de Junio, Manolo Tavárez Justo, y sus compañeros de lucha, en Las Manaclas, en San José de las Matas, en Santiago. Se cumplen, pues, 47 años de que el país perdiera a uno de sus héroes nacionales más emblemáticos.
Así lo resaltó hoy en El Gobierno de la Mañana Álvaro Arvelo hijo en su comentario de este martes en el que hizo un recuento de los orígenes de la sublevación de una facción del 14 de Junio al mando del abogado y dirigente antitrujillista.
“Juan Bosch fue elegido, unto a Segundo Armando González Tamayo, fue elegido presidente de la República, el 20 de diciembre de 1962. En la boleta del PRD, se juramentaron el 27 de febrero de 1963. Yo cubrí esa investidura, pueden buscarlo en el periódico La Nación de la época.
Lamentablemente se produjo, siete meses después, la traición septembrina, el 25 de septiembre de 1963. Fue derrocado ese gobierno que el pueblo se dio de manera libérrima. Esto
provoco diversas reacciones, una de ellas fue la encabezada por un gran líder nacional, un gran ser humano, luchador antitrujillista, preso, torturado, doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) y otros compañeros de lucha, otros revolucionarios que no terminaría de mencionar hoy, pero la figura más importante era de Manolo.
El doctor Tavárez Justo había dicho en un mitin frente al Altar de la Patria..., porque él había advertido que se estaba fraguando un golpe de Estado, una conspiración, allí pronunció aquellas palabras históricas: “conocemos las escarpadas montañas de Quisqueya”, refiriéndose a la Sierra Maestra, en alusión al éxito que el doctor Castro y su grupo obtuvo en la Sierra Maestra (Cuba). Allí él asumió una especie de compromiso de que si había un golpe de Estado él se iba a las montañas.
Hubo debates en el 14 de Junio: unos decían que sí otros que no. Vino el golpe de Estado y los revolucionarios, en una acción constitucionalista, en defensa de la Constitución, ese grupo se fue a las montañas y hubo seis frentes, el principal el que encabezaba el líder, el de Las Manaclas.
Llega un momento en que el movimiento fracasa militarmente, pero va a crear una toma de conciencia política, va a tener un efecto psicológico devastador sobre la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Manolo, ante el fracaso, pudo haber escapado, pero se entrega con sus compañeros, hubo una promesa, porque había un gobierno provisional, el Triunvirato, y hubo una promesa del Triunvirato y específicamente de un miembro, el ingeniero, Manuel Enrique Tavares Espaillat,... ellos reciben la garantía de que sus vidas serían respetadas, entregan las armas, algunas de ellas en malas condiciones, enviadas así por la CIA y sus agentes dominicanos, se entregan, son detenidos, en un momento los obligan a desnudarse, y los fusilan, los matan, los asesinan, no en combate, gente desarmada y encuera, vilmente asesinados. Muy pocos salvaron la vida, unos tres o cuatro que se fueron por otro lado, que no se entregaron
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