Ciudad del Vaticano - El papa Benedicto XVI
dirigió este domingo desde la ventana de su apartamento en la Plaza de
San Pedro del Vaticano el Ángelus dominical, un rezo que cobra especial
relevancia al tratarse del último de Joseph Ratzinger como pontífice.
Antes de hacer efectiva su renuncia y de que comience el llamado periodo de "sede vacante" el próximo día 28, Benedicto XVI empezó a decir adiós a los fieles con este acto, previo a la audiencia general del miércoles, considerada como la despedida oficial.
Un dispositivo de seguridad especial vigilaba desde anoche San Pedro, en la que cuatro pantallas gigantes permitieron que las decenas de miles de fieles que llenaron la plaza este domingo pudieran seguir todos los movimientos del papa.
Este domingo fue, el último en el que el papa Ratzinger bendice a los congregados en San Pedro, a quienes invitó a la oración. El Papa ronunció su reflexión dominical sobre el Evangelio y saludó en varias lenguas a las gentes llegadas al Vaticano.
Benedicto XVI, quien sorprendió a todos con el anuncio de su renuncia, la primera de un pontífice en la era moderna, puso fin ayer a una semana de ejercicios espirituales y recibió en audiencia privada al presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, en el que fue su último acto institucional como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Antes de hacer efectiva su renuncia y de que comience el llamado periodo de "sede vacante" el próximo día 28, Benedicto XVI empezó a decir adiós a los fieles con este acto, previo a la audiencia general del miércoles, considerada como la despedida oficial.
Un dispositivo de seguridad especial vigilaba desde anoche San Pedro, en la que cuatro pantallas gigantes permitieron que las decenas de miles de fieles que llenaron la plaza este domingo pudieran seguir todos los movimientos del papa.
Este domingo fue, el último en el que el papa Ratzinger bendice a los congregados en San Pedro, a quienes invitó a la oración. El Papa ronunció su reflexión dominical sobre el Evangelio y saludó en varias lenguas a las gentes llegadas al Vaticano.
Benedicto XVI, quien sorprendió a todos con el anuncio de su renuncia, la primera de un pontífice en la era moderna, puso fin ayer a una semana de ejercicios espirituales y recibió en audiencia privada al presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, en el que fue su último acto institucional como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano.
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