Genris García
El incidente se produjo la noche del
miércoles en una de las habitaciones de la cabaña Mythos, ubicada la
carretera entre Esperanza y Mao Según los informes obtenidos por
VIGILANTEINFORMATIVO.COM, el abogado de Mao se fue a una cabaña con un joven policía recién llegado a la dotación de la Policía Nacional de esa ciudad.
Siempre de acuerdo a la fuente, el policía sólo tenía cuatro días que había llegado a Mao.
Sin embargo, después de ingerir varias cervezas
y “hacer el amor”, el abogado, cuyo nombre nos reservamos, pidió al
policía que “se volteara” a lo que el agente se rehusó enfrascándose en
una acalorada discusión.
Según narraron ante oficiales de
la Dirección Regional Noroeste de la Policía Nacional, con asiento en
Valverde, el abogado tomó una botella y la rompió para “obligar” al
policía a que tomara la postura que él había desempeñado momentos antes.
El policía contó a sus superiores que
ante la amenaza del abogado con el “casco de botella”, realizó varios
disparos para disuadirlo de sus intensiones de marcarle el rostro.
Estas amenazas iban acompañadas de palabras impublicables.
Aunque el incidente llegó a oído de la
Procuradora Fiscal de Valverde, Sonia Espejo, las fuentes aseguran que
esta no manejó el caso que fue resuelto entre policías.
Los disparos y la acalorada discusión
motivaron que la administración de la cabaña Mythos llamaran a la
Policía, cuyos agentes se presentaron de inmediato encontrándose con la
sorpresa de que no se trataba de un episodio de violencia contra la
mujer, sino entre uno de los suyos, pero del sexo masculino, con otro
igual, un abogado a quien algunos de los agentes conocían.
Ambos hombres fueron conducidos
detenidos ala dotación policial de Mao, dónde fueron encerrados en
medio de la burla de sus compañeros de armas y de otros reclusos,
siempre de acuerdo al informante.
Previamente, el policía fue desarmado.
A la mañana siguiente fueron conducidos
al despacho de un oficial superior, dónde se pusieron de “acuerdo” en
dejar eso así, ya que nadie resultó herido y de esa forma evitar un
escándalo mayor.
El agente policial, cuya identidad
también nos reservamos, fue enviado de vuelta a su pueblo natal,
Dajabón, después de sufrir la recriminación de su comándate, quien le
pidió que recogiera sus cosas porque no quería “pájaro” en sus filas en
esa dotación.
El incidente se ha manejado con mucha discreción entre fiscales y policías de Mao.
Algunos policías consultados aseguraron a VIGILANTEINFORMATIVO.COM que
las relaciones entre su compañero de arma y el abogado, al parecer
vienen de viejo, ya que el hombre de estrado también ha llevado casos en
la fronteriza ciudad de Dajabón, donde en ocasiones, dicen, se quedaba a
dormir.
Un
abogado consultado, dijo que el jurista desapareció de los pasillos y
los tribunales del Palacio de Justicia local, dónde muchos quieren verle
la cara.
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