
Por Robert Vargas
Santo Domingo Este.- La camioneta doble cabina Ford, de color blanco, fue acelerada y se detuvo bruscamente delante de aquel automóvil marca Toyoto Corolla, modelo 1988.
De la camioneta se desmontaron raudos varios policías y uno de ellos le colocó el cañón de un fusil M16 frente a los ojos.
-"¡Sal de ahí! ¡Ese vehículo es robado! ¡Ladronazo!", gritó el agente que empuñaba el arma, mientras los otros rodeaban el Toyota Corolla, que Zenón Pinales Montero había comprado cinco años atrás.
Pinales es el Vice Presidente de una Junta de Vecinos en el sector Villa Esfuerzo, en Santo Domingo Este y es miembro de la oficial Comisión de Desarrollo Barrial.
A sus 42 años nunca había pensado que la Policía lo acusaría de robarse su propio vehículo. Mucho menos, que le colocaran un fusil, con ese orificio tan pavoroso, frente a sus ojos.
Todo ocurrió ayer, poco después de la 1.00 pm en la carretera Mella, la misma vía por la que ha transitado durante los últimos años para ir a su casa y al trabajo.
Zenón le comentó a Ciudadoriental.com que "me llevaron preso, como si yo fuera un ladrón al cuartel de Invivienda Santo Domingo y tardaron varias horas para comunicarse con "el Plan Piloto" y, finalmente, comprobar que mi vehículo no es robado, sino que es mío".
-"No solo insistían en decir que el vehículo era robado, sino que ellos (los policías) querían que yo les diera dinero. Unos pedía de a mil pesos y otros de a 500 pesos", dijo.
-"Robert ¿Hasta dónde es que vamos allegar con estos policías?. Yo estoy vivo de chepa", agregó.
Zenón recurrió a una regidora del Partido de la Liberación Dominicana para llegar hasta Ciudadoriental.com.
El hombre está asustado y ahora teme ser asesinado por los policías que lo encañonaron y le dijeron que andaba en "un vehículo robado".
Los temores no son extraños si se recuerda que durante los últimos días la policía ha adoptado la línea de asesinar a balazos a ciudadanos que desobedecen la orden de "alto", sobre todo en lugares oscuros donde se colocan al más clásico estilo de los delincuentes y asaltantes de camino.
Zenón tuvo la suerte de que pudo regresar sano y salvo a su casa para continuar en su trabajo de la comisión de Desarrollo barrial, en la Junta de Vecinos y, sobre todo, junto a los suyos.
Ayer, pudo ser uno más de la larga lista de las víctimas de la policía dominicana, que en la gestión de Guillermo Guzmán Fermín ha asesinado al menos 1750 personas, según calculos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
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